lunes, 13 de febrero de 2017

                                              PORQUE INVERTIR
                                                        EN LA BOLSA
Invertir en Bolsa es mucho más fácil de lo que cree la mayoría de la gente, ya que es algo que cualquiera puede, y debe, hacer, sin necesidad de tener ningún conocimiento previo o una inteligencia superior a la media. Creo que todo el mundo debería dedicar al menos un parte de su dinero a invertir en Bolsa, ya que está demostrado que a largo plazo la Bolsa es la inversión más rentable que hay. Y no sólo es la más rentable, sino que a través de los dividendos proporciona una renta más estable y creciente que los inmuebles o la renta fija. Pero también es muy recomendable tener una parte del dinero en renta fija, y ambas cosas son igualmente compatibles con la inversión en inmuebles.
La Bolsa tiene una seguridad, rentabilidad, liquidez y flexibilidad muy superiores a cualquier otro tipo de activo como los inmuebles o el arte:
1.-Diversificación de activos: Es evidente que para comprar 5 pisos hace falta un patrimonio muy elevado, y sin embargo un patrimonio bajo puede invertir en 10 empresas distintas con unos costes (tanto en tiempo como en dinero) mucho más bajos y una diversificación mucho mejor. Al invertir en inmuebles en otro país u otro continente el patrimonio mínimo y los costes (tiempo y dinero) de gestión y mantenimiento se disparan, mientras que al invertir en bolsas extranjeras los costes son muy similares a los de la española y en cualquier caso están al alcance de cualquier inversor, por muy bajo que sea su patrimonio.
2.-Diversificación temporal: Es imposible para un patrimonio bajo que invierta en inmuebles. Los pisos se compran de una vez (aunque luego se tarde décadas en pagarlos). Sin embargo, se puede invertir en una empresa concreta haciendo varias compras pequeñas a lo largo de meses o años, evitando el riesgo de una gran bajada poco tiempo después de que hayamos realizado toda la inversión de una sola vez.
3.-Liquidez: En caso de necesitar dinero debido a algún suceso inesperado no hay comparación posible entre la inversión en Bolsa (la venta de unas acciones tarda aproximadamente 5 segundos) y los inmuebles. Evidentemente cuando se intenta vender un inmueble en un mal momento de mercado lo más probable es que, simplemente, no pueda venderse, con lo cual el problema deberá solucionarse vendiendo otros activos (Bolsa o renta fija), pidiendo un crédito, etc. Por otra parte, por las acciones sólidas se puede obtener un crédito igual que por un inmueble se puede obtener una hipoteca. Exactamente igual que sucede en la compra, los pisos se venden enteros o no se venden y las acciones se pueden vender en la cantidad exacta que se necesite, conservando el resto.

                                                                                                                                                                                 


4.-Transparencia: En internet hay multitud de sitios web que ofrecen información gratis de la cotización y los dividendos de cualquier empresa de los últimos años, incluso décadas. Cualquiera puede acceder a esta información y saber realmente lo que ha pasado con la empresa X en el pasado. No hay nada remotamente parecido a la hora de invertir en inmuebles. Las cifras de compras, ventas, alquileres, etc. que se oyen a diario en cualquier sitio son simples rumores, y no hay posibilidad de confirmarlos en ningún registro público, gratuito e informatizado de operaciones realmente cerradas. Gracias a esta transparencia en todo momento podemos saber el precio al que realmente podríamos vender nuestras acciones en caso de querer hacerlo, algo totalmente imposible de saber en el caso de un inmueble.

5.-Rentabilidad: A largo plazo (y a grosso modo) la revalorización de la Bolsa depende fundamentalmente del crecimiento de los beneficios de las empresas y de los dividendos que repartan y el precio de los pisos está relacionado con el crecimiento de los sueldos. El crecimiento de los beneficios y dividendos de las empresas sólidas a largo plazo es superior al de los sueldos. Además los gastos de mantenimiento de una cartera de acciones son muy reducidos y los inmuebles necesitan “dinero nuevo” constantemente (gastos de comunidad, derramas, seguros, IBI, reparaciones, actualizaciones, ...). A pesar de que estos gastos habitualmente se ignoran tienen una importancia decisiva en el cálculo de la rentabilidad final y en el de la renta disponible que podemos obtener (en los períodos en que un inmueble no está alquilado hay que seguir haciendo frente a dichos gastos, obteniendo el dinero de una fuente distinta al propio inmueble).

Además de las ventajas teóricas, es muy importante ver qué sucede en la práctica. Y en la práctica las rentabilidades que obtiene en Bolsa una persona que se preocupe un mínimo por estos temas, sin necesidad de tener ningún conocimiento previo, sea prudente y actúe con sentido común son muy buenas, y mucho más estables de lo que la mayoría de la gente cree, o de lo que cuentan las películas sobre la Bolsa, que siempre dan una imagen muy espectacular, pero también muy engañosa, de la misma.

Cada vez hay más gente que invierte en Bolsa, y más pronto que tarde lo raro será encontrar a alguien que no lo haga, porque la capacidad que tiene la Bolsa de mejorar la vida de aquellos que invierten en ella es muy superior a la de cualquier otra inversión.

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